se examina el cilindro de equipo de respiración autónomo para garantizar que puede contener de forma segura la presión para la que está aprobado.
debido a que los cilindros de equipos de respiración autónomos, o cualquier cilindro de gas comprimido, se pueden romper en caso de existir una degradación en la integridad estructural.
consta del llenado de un cilindro con un líquido que prácticamente no pueda comprimirse, en la mayoría de los casos agua, la presurización del cilindro y un examen para localizar fugas o cambios permanentes en la forma.